Esta vivienda de tres plantas fue diseñada con la idea de crear espacios amplios y abiertos que aprovechan al máximo la luz natural. Siguiendo una estética racionalista, cada rincón respira equilibrio y tranquilidad visual.
La tranquilidad visual se complementa con la elección de materiales nobles y naturales como la madera, la piedra y el mármol. Esta combinación convierte a esta casa en un verdadero santuario de bienestar para sus propietarios.
Interiorista
IRENE GIMENO